En el año 1958, procedente de Argentina llego un nobel sacerdote con apenas 5 años de ordenado que trabajaba en una parroquia cercana a Buenos Aires como vicario cooperador. Había llegado a ese país huyendo de las atrocidades de la segunda guerra mundial y la instauración del régimen comunista en su tierra natal Eslovenia este joven sacerdote de 32 años de edad se presento a la curia arzobispal de Caracas el 25 de marzo con una amplia recomendación del señor obispo de Buenos Aires Mons. Gregorio rozan para atender a los emigrantes eslovenos de Yugoslavia. Como tal fue recibido por el entonces arzobispo de Caracas Mons. Rafael Arias B. enviándolo como adscrito a la parroquia San José de Chacao, ocupando en ese momento el puesto de párroco Mons. Delfín Moncada posteriormente fue nombrado vicario cooperador trabajo que desempeñaba junto con el de capellán de la colonia eslovena. El día 14 de mayo de 1969 tomo posesión como párroco de la parroquia San Cayetano en horizonte, el Marqués el día 11 de enero de 1979 el saliente cardenal José Ali Lebrun, firma el decreto por el cual nombra como párroco de san José de Chacao al Pbro. Juan Grilc R. quien se convertiría en el sacerdote propio numero 15 de Chacao y el número 65 de los que laboraban en esta parroquia. La gratitud y el amor de este sacerdote para con Venezuela fue de por vida. Desde el primer momento se hizo merecedor del respeto, confianza y credibilidad de toda su feligresía. Este sacerdote lleno del amor de Jesucristo, lleno de la más grande humildad, de los más grandes atributos positivos, fue puesto por dios en la población de Novo Mesto, Eslovenia el día 20 de febrero de 1.926, en el hogar de María Resma de Grilc y Luis Grilc.
En 1945 abandona su país por las constantes persecuciones que era objeto por sus creencias católicas y la vocación sacerdotal que en ese entonces invadía su corazón viendo las hostilidades y discriminaciones que sufrían sus coterráneos paso por Austria y finalmente en Italia haría su sueño realidad ingresando en el seminario de la abadía de Praglia, pueblo este donde murió San Antonio de Padua el 13 de junio. El 19 de marzo de 1951 (día de san José) fue ordenado sacerdote y estuvo trabajando en Argentina por algunos años. el P. Juan Grilc brindo todo su apoyo e iniciativa para continuar la obra de M. Moncada, este siempre tuvo en su mente “al llegar la hora de nombrar algún sucesor este tendría que ser Juan.” el padre Juan al ser nombrado párroco realiza grandes labores de importancia entre las cuales: construcción de la casa parroquial nuestra señora del socorro, el cual solicitando la autorización con el arzobispado a finales de 1980 el entonces arzobispo de Caracas otorga dicho permiso diciendo “no solo concedo el permiso necesario, sino que lo animo a emprender tan útil y necesaria obra para la actividad de esa parroquia.’ es entonces el domingo 12 de noviembre de 1989 cuando se inaugura dicha residencia sacerdotal con la colaboración de la feligresía y en celebración de los 220 años de nuestra iglesia. El entonces párroco P. Juan Grilc expreso “el éxito de esta labor depende de los sacrificios que abonemos en la siembra”, eran incontables las palabras de alegría escritas por el P. Juan en las crónicas parroquiales cuando se celebraba un ano mas de fundación de nuestra parroquia, constitución de las caritas parroquiales el 13 de junio de 1990, su propósito inmediato era recolectar ropa para darle a los pobres, y su mayor preocupación y angustia conseguirle los medicamentos necesarios para aquellas personas de escasos recursos, ese mismo día se forma el consejo económico integrado por miembros de la parroquia. La formación de los cursos prematrimoniales, las reuniones de consejo parroquial, la casa del abuelo, pionero incansable de la evangelización, de la administración de los sacramentos, de una oración profunda e intensa, su gran preocupación era el poder colaborar con parroquias pobres a nivel material y espiritual entre ellas se encuentran sabana grande de Orituco, Arenitas. Oruz, Paso Real, La Loma, San Sebastián de los Reyes, su camino por estas zonas y por nuestras vidas ha dejado una hermosa huella, huella que quedara en nuestros corazones y en la profundidad de nuestras almas.
En 1995 llega un comunicado en el cual nombraban a él P. Juan Grilc, con el titulo de monseñor y capellán de su santidad Juan Pablo II, hecho este que no perturbo en nada la humildad y sencillez de este sacerdote ya que el mismo prefería que le siguieran diciendo padre Juan y no Mons. Juan. Este hombre de especial amor al prójimo y ejemplo para todos deja de estar con nosotros para ir en presencia del padre el día 13 de junio de 1997 , fallece repentinamente nuestro P. Juan , en la clínica Ávila, ese día invadió a toda la feligresía de una gran tristeza , la iglesia llena de personas, los jóvenes limpiando el templo y con los ojos llenos de lagrimas , esperábamos el cuerpo de nuestro padre y al entrar por la puerta principal el sr, arzobispo de caracas Mons. Ignacio Velasco, con un nudo en la garganta le pedía que por intersección del P. Juan Grilc. Hubiesen abundantes vocaciones sacerdotales en nuestro país ya que esta era uno de los anhelos del P. Juan, así como en el pasado de párroco a párroco, de sacerdote a sacerdote se iban cumpliendo y realizando grandes obras, estas serán continuadas en memoria de Mons., Juan Grilc R. con el mismo amor que le profeso a Jesucristo y con la profunda devoción que le tenía a san José, nosotros como el P. Juan, unámonos para continuar con el trabajo de atención al más necesitado, para ayudar a todos aquellos que nos muestran el rostro sufriente de dios.