Experiencias de la 33 escuela de Verano para el aprendizaje del idioma esloveno

Me entere el año pasado de un programa de becas de dos semanas para estudiar esloveno en Ljubljana, después de publicar en este mismo blog una reseña de esos curso vi que cumplía las condiciones así que junto con mi hermana decidimos participar, luego el 22 de Mayo del presente año nos llego la notificación de que habíamos sido seleccionados para el programa de becas que nos cubría el costo del curso, hospedaje y comidas, a pesar de que la notificación nos llego con casi 2 meses de antelación apenas logramos conseguir los pasajes 2 semanas antes del viaje, que al final termino siendo un vuelo con 5 escales desde Caracas hasta Ljubljana.

2014-07-21 16.40.16

Llegada al dormitorio en Ljubljana

Esta historia comienza con nuestra llegada al aeropuerto Jože Pučnik que sirve a la ciudad de Ljubljana, a todo aquel que participe en las escuelas de verano para el aprendizaje del esloveno les envían por correo información muy detallada sobre los medios para llegar a la ciudad desde el aeropuerto, que dependiendo de la hora hay algunos medios que funcionan y otros no, nosotros tuvimos la suerte de que un gran amigo al cual le estoy muy agradecido  pasaran por nosotros y nos llevara hasta el Dijaški dom Bežigrad Ljubljana, que es un hostal estudiantil donde nos hospedamos, es un sitio agradable, se sirven las 3 comidas del día y cuenta con muchas habitaciones equipadas con 3 camas y baño propio con todo en muy buenas condiciones, tiene también una cocina compartida en cada piso y una lavandería, luego de llegar nos dieron los programas de las actividades de acompañamiento, que son actividades optativas que se realizan en las tardes a partir de las cuatro, entre las cuales están paseos a diferentes sitios turísticos de Eslovenia, talleres de cocina, actividades recreativas entre otras, solo fue necesario mostrar nuestros pasaportes ya que estábamos previamente registrado.

Debido a la dificultad para conseguir los pasajes desde Venezuela llegamos con dos días de retraso a Ljubljana, así que el primer paso fue conseguir una tarjeta de autobus, estas se consiguen en las mismas paradas, aunque no en todas, pero si algunas tiene una maquina que permite recargar y comprar tarjetas, justo la parada frente al dormitorio tiene una maquina de estas, por lo que no fue necesario caminar mucho. Ya con las tarjetas de autobus solo nos quedaba dar una vuelta de reconocimiento, pues no tardamos mucho en llegar al centro, Ljubljana es una  ciudad pequeña, tenia un clima agradable en ese momento y poca gente en la calle, se podía caminar tranquilamente y por ser verano los días eran largos lo que hace que el sueño te invada antes de que te des cuenta de la hora.

Nuestro primer día de clases comienza a las 8:00 AM, luego de un baño caliente y de pelear un poco la noche anterior con el jet lag, durante el desayuno tuvimos el primer contacto real con el esloveno, ya que hasta el momento solo habíamos hablado español e inglés, entraron en nuesto vocabulario las palabras voda (Agua), čaj (té o infusión), vroč voda (Agua caliente), kava (café), durante las dos semanas de curso este fue un buen punto para nuestro vocabulario culinario. Las clases fueron impartidas en la facultad de filosofía de la universidad de Ljubljana (en esloveno Filozofska fakulteta), llegar no fue nada difícil, solo tomar el bus 6 y el cual va todo el tiempo recto y solo cruza a la derecha en un solo sitio y es ahí donde esta la parada de la facultad, el nombre de la parada es Aškerčeva, fue una de las primeras palabras que me costo aprender, era solo tiempo para darme cuenta de que esa era una palabra trivial. En unas de las carteleras de la entrada estaban nuestros nombres en el grupo numero 10, fue fácil deducir que skupina significaba grupo, habían también otras personas que al igual que nosotros estaban llegando ese mismo día, y uno de ellos, una muchacha italiana, estaba mejor informada que todos nosotros juntos así la seguimos hasta un salón en donde estaba las organizadoras de los cursos, luego de realizarnos una muy breve entrevista en donde determinan el nivel de esloveno para asegurarse de que estemos en el grupo correcto, nos condujeron a los salones donde iban a ser las clases.

Selfi con con los compañeros de curso

Selfi con los compañeros de curso

Nuestro grupo estuvo compuestos por 10 personas provenientes de Jordania, Austria, Australia, Suiza, España, Bélgica y nosotros de Venezuela, fue muy grata la llegada, ya que nos sentimos como si nos estuvieran esperando, luego de que la profesora Nina o učitelica (como debíamos llamarla a partir de ese momento), dio un breve repaso de lo que habían visto las clases anteriores y terminamos aprendiendo a presentarnos en esloveno, luego de unas breves lecciones de los números al final de la clase y varias tareas ya estábamos al día con el curso.

A medida de que transcurría el curso todo los días salíamos por la ciudad de Ljubljana entre panaderías en las que buscábamos algún bocadillo típico y tiendas de recuerdos y cosas variadas nos dimos cuenta de una característica de los eslovenos es que si no le hablas bien en su lenguaje te cambia al inglés y después no hay manera de hacerlo regresar al esloveno lo cual es un poco frustrante, sobre todo cuando intentas hacerlo bien y ensayas lo que vas a decir mientras miras la vitrina.

Paseo al lago de Bled con la lluvia de compañia

Paseo al lago de Bled con la lluvia de compañia

Entre las actividades de acompañamiento al programa, están los talleres culinarios en donde se aprende a cocinar comida eslovena, y donde se puede probar algunas especialidades culinarias, como salsas de rábano picante y muchos tipos de salami, paseos al lago de Bled y al Arboretum Volčji Potok, actividades de canto, películas eslovenas, juegos de bowling  y talleres de manualidades que complementan muy bien las actividades academicas, ademas de que te permiten relacionarte con los integrantes de los otros grupo, como dato curioso, de latinoamerica solo estábamos nosotros, una persona de Bolivia y una muchacha de Brazil.

Finalizando la primera semana de curso hay que participar en una entrevista que es transmitida por la radio nacional de Ljubljna, es obligatoria para todos los que están becados, en nuestro grupo eramos 4 los que estuvimos en esa entrevista, mientras los alumnos mas avanzados hablaron por casi media hora nosotros intercambiábamos miradas de preocupación con la esperanza de que alguno supiera que decir, sin embargo las preocupaciones se acabaron luego de que el grupo de los avanzados terminaran sus entrevistas, no nos preguntaron nada que no estuviera en las primeras lecciones y si la cosa se complicaba simplemente como buen esloveno pasaban al ingles.

Los clases fueron muy agradables y didácticas, el cansancio producido por el jet lag no se hacia notar, se destacaba el esmero de la profesora Nina en impartir sus clases, de los compañeros de otros grupos que tuve la oportunidad de hablar sobre este tema me comentaron lo mismo de sus profesores. No es necesario un nivel muy alto de inglés para poder entender las clases, de hecho con un nivel básico de supervivencia es suficiente, incluso había grupos de principiantes en el que las clases eran impartidas en esloveno salvo muy pequeñas excepciones en ingles, una compañera hispano hablante estuvo en uno de estos grupos y tiene muy buenas opiniones y experiencia.

Programa de  actividades de acompañamiento y periódico del curso

Programa de actividades de acompañamiento y periódico del curso

Finalmente las dos semanas de curso pasan mas rápido de lo deseado, todo termina cuando apenas te comenzabas a acostumbrar y de repente te encuentras en el último día de clases ensayando una breve presentación grupal para hacerla en la entrega de los certificados, hubo muy buenas presentaciones, la de nuestro grupo era bastante sencilla, sin embargo los creo que los venezolanos tenemos cierta habilidad para hacer reír a la gente así que al final termino gustando, nos entregaron el periódico que hace la escuela sobre el curso y el certificado de participación, luego un brindis con comida en un ambiente muy agradable que te deja un buen sabor de satisfacción en el que todos los percances e inconvenientes sufridos para estar ahí en ese momento valieron la pena y quizás un toque de melancolía que te deja ganas de volver a tener esa experiencia.

 

 

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